Co-living y co-housing: Oportunidades para desarrolladores en zonas urbanas
En un contexto donde las grandes ciudades enfrentan retos de espacio, sostenibilidad y accesibilidad, los modelos de vivienda emergente como el co-living y el co-housing se presentan como alternativas viables e innovadoras. Estos conceptos, que han ganado popularidad a nivel internacional, comienzan a abrirse paso en el mercado mexicano como oportunidades atractivas para desarrolladores inmobiliarios y agentes que buscan diversificar su portafolio.

Co-living: Vida compartida con independencia
El co-living es un modelo de vivienda donde los residentes alquilan habitaciones privadas, pero comparten espacios comunes como cocinas, salas o áreas de coworking. Este formato está pensado especialmente para jóvenes profesionales, freelancers y personas que buscan una solución práctica, social y flexible en zonas urbanas.
En ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, donde los precios de renta se han disparado, el co-living permite vivir en colonias céntricas a precios más accesibles. Para los desarrolladores, representa una opción de alta rotación y ocupación, ideal para atender a nuevos perfiles urbanos.
Co-housing: comunidades con sentido de pertenencia
A diferencia del co-living, el co-housing es un modelo en el que varias familias o individuos comparten un conjunto habitacional planeado para fomentar la convivencia y el apoyo mutuo. Cada unidad habitacional es privada, pero se comparten espacios como jardines, talleres, comedores o salones comunitarios.
Este esquema se ha implementado con éxito en países europeos y está empezando a llamar la atención en México, particularmente en desarrollos que buscan integrar sostenibilidad, vida comunitaria y bienestar. Para los desarrolladores, el co-housing es una forma de crear proyectos diferenciados con valor social y ecológico, que responden a una demanda creciente por modelos de vida más colaborativos.
Viabilidad en el contexto mexicano
Ambos modelos enfrentan ciertos retos en México, como la cultura de propiedad individual o la falta de marcos normativos claros. Sin embargo, también existen grandes oportunidades: el auge del trabajo remoto, la necesidad de soluciones habitacionales asequibles y la búsqueda de comunidad, especialmente entre millennials y adultos mayores.
Ciudades con crecimiento sostenido y zonas urbanas en proceso de renovación ofrecen un terreno fértil para estos modelos. Además, el interés por la inversión en renta a corto y mediano plazo (como Airbnb o espacios para nómadas digitales) hace que proyectos de co-living, en particular, sean muy atractivos desde el punto de vista financiero.
Por qué los agentes inmobiliarios deben conocer estas tendencias
Entender las nuevas formas de habitar es esencial para todo profesional del sector. Conocer y promover modelos como el co-living o co-housing permite diversificar la oferta de productos inmobiliarios, también conectar con clientes que buscan algo diferente, más económico, social o alineado con valores como la sostenibilidad.
Los desarrolladores que logren adaptarse a estas nuevas dinámicas urbanas estarán mejor posicionados para captar la atención de un mercado joven, flexible y cada vez más exigente.En GIZP promovemos la profesionalización y actualización constante de quienes forman parte del mundo inmobiliario. Te invitamos a unirte a nuestra asociación y mantenerte a la vanguardia de las tendencias que están transformando nuestras ciudades. Visita otros temas en nuestro blog y mantente siempre informado sobre las novedades del sector inmobiliario.